La agenda de José Pedro Marfil está más apretada que de costumbre. En la Universidad Camilo José Cela (UCJC) se encuentran en la recta final del curso 16/17 y el tiempo no sobra, pero este malagueño, profesor en el Grado de Comunicación de la institución madrileña, quiso brindarnos un poco del suyo este viernes para charlar acerca de sus ocupaciones como consultor de comunicación política, su visión de los medios y, cómo no, de su reciente experiencia con el CMS Opennemas. Esto fue lo que nos contó.
Pregunta: Usted trabaja como consultor en comunicación política. ¿Qué le recomendaría a un posible candidato a la presidencia en un careo con los medios?
Respuesta: Lo más útil es que el candidato sea él mismo, pero también entra en juego la tranquilidad. Y no sólo el político, también portavoces de empresa, personal de gabinetes de comunicación, de equipos… A veces, se ve al periodista como un auténtico enemigo, y eso no tiene por qué ser así. Un periodista es un trabajador que va a realizar su labor de la mejor manera posible y a intentar sacar una información que sus compañeros no tienen.
El candidato debe ser consciente de ese hecho y afrontar ese tipo de careos con calma. En base a ello, desarrollar el formato sin interpretar el papel de un personaje, porque se suelen venir abajo con algún tipo de detalle.
P: ¿Y a un periodista?
R: Depende mucho del periodista. Creo que una buena recomendación es no cejar. Muchas veces, hacemos una pregunta y no obtenemos una respuesta real. En esto, creo que la prensa anglosajona y, más en concreto, la norteamericana, nos llevan ventaja. En una rueda de prensa en la Casa Blanca, vemos que si el Portavoz no responde a una cuestión, la prensa insiste en ese tema. Aquí, si se van por los cerros de Úbeda, es raro que alguien irrumpa. A veces algunos compañeros repiten la pregunta, pero con la misma fortuna. Echo de menos esa mayor incidencia y un no conformismo con ciertas respuestas que cantan.
P: ¿Se vende ilusión por la necesidad de enganchar a la ciudadanía o porque el realismo invita a veces a la desesperanza?
R: Hay que verlo según quien sea el emisor del discurso. Es muy complicado establecer pautas claras y patrones de conducta porque hay una cultura política en cada país. Hemos visto en Estados Unidos un contexto muy extraño, muy convulso, con ruedas de prensa ciertamente tensas. En España, también, con situaciones como vetos a determinados medios o periodistas. Y no estábamos acostumbrados. Quizá el partido que más venda esto sea Ciudadanos, con una narrativa muy similar a Macron en Francia.
Al Partido Popular le ha funcionado bien su propuesta. Si bien los números nos están diciendo que la recuperación no es del todo realista, las elecciones las gana quien es capaz de mantener una cuota de poder, aunque sean menos votos. Y esto trae otro tema en diagonal, en Estados Unidos es común que los partidos cuenten con asesoramiento externo. Aquí, si se contrata a una empresa de comunicación o marketing externa, se mira con recelo. Sería interesante comenzar a cambiar esta cultura y hacer pedagogía al respecto.
P: En los Estados Unidos, medios como el NY Times y el Washington Post han impulsado sus estrategias de financiación poniendo a Trump en su punto de mira.
R: No lo veo tanto como una estrategia de línea editorial sino como una de ventas. Hace poco leía que el número de suscriptores del Times se había multiplicado desde el momento en que permitieron personalizar mucho cuál es la oferta para suscribirse: quiero recibir el periódico sólo los fines de semana, y entre semana sólo la versión online, o como si quieres sólo la edición en tablet. Todos los parámetros van en función de lo que tú elijas.
Yo lo veo más por ahí que por su línea de contenidos. La cultura periodística norteamericana tiene muy asumido el tema del cuarto poder. Bastante más que en otros países del entorno, porque no les tiembla el pulso. Incluso en las elecciones es frecuente que los periódicos recomienden una de las candidaturas y razonen por qué se posicionan por ella. Aquí, por ejemplo, Pedro J. lo ha venido haciendo con El Mundo y El Español.
P: ¿Se mira a los modelos de negocio del periodismo anglosajón desde la Facultad de Comunicación de la UCJC?
R: Sin duda. Lo que pasa en Estados Unidos es una referencia total. Pero no sólo miramos los modelos periodísticos que se emplean allí, sino el de la prensa en su conjunto. Los chavales van a The Guardian, Le Monde y el New York Times, y por la evolución del sector también a The Atlantic o Vox. Son páginas con otro tipo de narrativas, muy diferentes y muy visuales, con infografías espectaculares y reportajes en profundidad.
P: Nos comentó hace tiempo acerca de una posible reestructuración de los planes de estudios de los grados de Periodismo y Publicidad en la UCJC. ¿En qué consistirá?
R: Nos hemos dado cuenta de que en los últimos años el perfil de periodista que se está buscando es más es el de un comunicador. Tiene que saber de programas de edición, de realización, de lenguaje audiovisual, editar una foto, redactar perfectamente y enviar archivos a través de la nube para que estén en un tiempo lo más corto posible al otro lado del mundo. Y dijimos: “Vaya, es que esto ya no va de comunicación audiovisual, el decálogo de Merrill ni el periodismo de los 60. Esto es otra cosa”.
Hemos intentado confluir todas las tendencias actuales de nuevas narrativas, transmedia y demás en un nuevo Grado de Comunicación, porque pensamos que es lo que demanda el mercado. Intentamos enseñar a los chavales con una perspectiva mucho más multidisciplinar y nos los llevamos a Boston, a Los Ángeles, a Londres. ¿Por qué? Porque tienen que ver lo que está pasando y abrir su cabeza.
¿Quieres recibir esta entrevista y más noticias en tu móvil? ¡Únete aquí a nuestro canal de Telegram y te mandaremos nuestras últimas novedades!
P: ¿Hay una distancia excesiva entre la enseñanza en las aulas y lo que sería la dinámica diaria de una redacción?
R: Totalmente. Pero no creo que sea malo. Me explico: yo tuve la suerte de ir a la Universidad de Málaga, donde tuve fantásticos profesores que me pusieron a escribir desde el primer curso. Y el otro día le comentaba a una alumna que nunca se me olvidará el primer día que fui a la redacción del Diario Sur, hice mi primera pieza y se la di a mi editor, Manuel Becerra, que en paz descanse. Me devolvió el folio prácticamente en rojo. En la facultad aprendes muchísimas cosas, pero en la redacción aprendes a trabajar, a lidiar por teléfono con uno y otro, a que la pieza se ajuste lo máximo posible, a hacer la pregunta correcta en el momento necesario. Una persona no puede trabajar en esto, desde mi punto de vista, sin haber pisado una facultad, pero tampoco puedes tener un conocimiento pleno de lo que es el periodismo sin estar en una redacción.
P: ¿Qué le pareció su primera experiencia con el CMS Opennemas?
R: Me hacía el trabajo más fácil. Había trabajado con otro tipo de software como WordPress, pero el resto te hacen pensar en la adaptación, en cómo hacerlo lo más arrevistado posible. Sin embargo, con Opennemas al entrar ya veías que estaba todo hecho, porque está pensado para la prensa. Eso te da mucha agilidad a la hora de desarrollar el contenido y de estructurar una página que otras plataformas no te dan. Eso me parece tremendamente útil.
P: ¿Y qué cree que aportará a sus alumnos en la UCJC el uso de la plataforma en un contexto educativo?
R: La idea que yo tengo es que Opennemas puede ser útil para que un alumno desarrolle sus contenidos y conozca las dinámicas del trabajo en redacción, en grupo. Esa capacidad de tener un software sencillo, dedicado a esto, hace que podamos coger una clase y decir: “Vosotros cuatro, en nacional; otros cuatro, cogéis internacional; y estos últimos cuatro, deportes. Trabajad una pieza cada uno”. Y lograr que trabajen en conjunto.