Casi 40 años en el gremio dicen prácticamente todo del periodista José Luis Gómez (1958, Brión). Casi todo, porque una conversación con él siempre depara alguna sorpresa didáctica de quien, en su época, dirigió La Voz de Galicia, también la Coordinación de Publicaciones y de Comunicación del Grupo Zeta y lideró el Xornal, cantera de reconocidos profesionales del oficio.
Hace unas semanas se pasó por las oficinas de Opennemas, y quedó en el tintero la posibilidad de charlar algún día acerca de la actualidad de la profesión. Ocurrió ayer. ¿A dónde van los medios de comunicación? Él lo tiene claro: habrá luz al final del túnel.
Hoy hemos recibido la visita de un buen amigo: @J_L_Gomez, director de @mundiario. Es un auténtico placer tenerle con nosotros 😊 pic.twitter.com/eUklYxLhZY
— Opennemas (@opennemas) March 10, 2017
Pregunta. La máxima del periodismo de “renovarse o morir”, ¿se ha acelerado en los últimos tiempos?
Respuesta. En general, creo que es cierto, pero lo es más en países como Estados Unidos que en España. Aquí hay apoyos institucionales que contribuyen a que, lejos de fomentar la competencia, el mercado se vea intervenido por una cierta perversión. Si hubiese más libertad de mercado y menos intervencionismo, esa frase se aceleraría.
P. Usted siempre supo cuándo y cómo reconvertirse.
R. Hay una cosa que sigue siendo cierta: lo esencial es el periodismo, no el soporte del periodismo. Si sigues haciéndolo las cosas deben ir bien, porque la sociedad, y más aún en una democracia, demanda periodismo. Sin lo segundo, no hay lo primero. Por tanto, yo no veo en riesgo a la profesión, creo mucho en ella.
Estamos en una transición, pero de los soportes, siendo más concreto. Y de la financiación de dichos soportes. Eso está cambiando, es evidente, pero creo que superaremos el proceso. Unos caerán, otros seguirán, pero el periodismo prevalecerá sobre todo eso.
P. Àngels Barceló comentaba hace unos días que, tras la crisis, muchos medios y profesionales se han quedado ‘groggy’. ¿Cómo salir de lo errático?
R. Lo que ha pasado es que la falta de recursos del mercado, bien sea por la caída de la publicidad o la venta en el caso del papel, se suplió con más ingresos públicos o endeudándose más. Algunos incurrieron en un estado de sus finanzas totalmente inviable. Esto lo pagaron los trabajadores de esos medios y los periodistas. No lo pagaron los dueños.
El modelo de suscripción es susceptible de aplicarse dependiendo de cada caso. Yo no creo en las generalizaciones. Por ejemplo, los medios que manejan información muy sensible o difícil de conseguir -caso de la financiera- pueden cobrar fácilmente por ella, porque los receptores posiblemente vean en ello un coste marginal. Pero es difícil aplicarlo a quien ofrece información general o de entretenimiento.
P. Entretener, informar o una mezcla de ambas. ¿Hacia dónde van los medios de comunicación?
R. Eso hay que separarlo, como se hizo siempre. Para que todo el mundo lo entienda rápidamente, lo expresan muy bien en la radio: una cosa son los programas y otra los informativos.
El periodismo no es entretenimiento, es periodismo. Mezclar ambas cosas es un error, porque otra cosa muy distinta es que el periodismo sea ameno. Pasa igual en la televisión.
"En el equipo de Opennemas se preocupan por entender cómo funciona el periodismo y por desarrollar aplicaciones a medida"
P. ¿Qué fórmula emplea Mundiario para llegar a ser esencial para sus lectores?
R. Mundiario tiene una apuesta muy clara desde sus orígenes: el análisis de la información. No somos un periódico de noticias, sino de su estudio y examen. Ese es nuestro nicho, nos funciona razonablemente bien y nos permite seguir creciendo. Y no recibimos dinero de nadie, no tenemos convenios.
P. Reflexionaba recientemente Xosé Hermida acerca de la irrupción de la tecnología en el periodismo, para lo bueno y lo malo. ¿En qué ha ayudado a Mundiario?
R. Si lo dice Xosé Hermida lo más probable es que esté de acuerdo con él, porque además tuve el privilegio de escribir en El País cuando él era el delegado en Galicia. Es un gran periodista.
Las nuevas tecnologías y aplicaciones aportan interactividad con los lectores, y eso es un valor en sí mismo. También la instantaneidad y el 'feedback' recibido. Acercan al medio a su público potencial, pero también hay inconvenientes, porque estar dando noticias las 24 horas del día puede restar calidad y reflexión. Se dan las dos cosas, no es todo blanco y negro.
P. ¿En qué aspectos ha sido diferencial el uso de Opennemas para su medio digital?
R. Llevo trabajando con Opennemas desde los tiempos del Xornal de Galicia y creo que en el equipo se preocupan por entender cómo funciona el periodismo y por desarrollar aplicaciones a medida. Es un partner idóneo para trabajar en este campo, porque los ingenieros e informáticos de la empresa tienen la sensibilidad de preguntarse cómo y por qué necesitamos esta u otra herramienta. Ya lo hacen con el soporte a prensa digital, y me imagino que avanzará aún más en el futuro hacia dos aspectos: el vídeo y las redes sociales. Ahí hay recorrido por delante.